El fiscal encargado de la investigación del homicidio de Nora Dalmasso, Pablo Jávega, confirmó la identidad del nuevo sospechoso cuyo ADN se halló en el cinto de la bata empleada para asesinar a la mujer hace 18 años.
El nuevo sospechoso es Roberto Bárzola, un individuo que se ocupaba de pulir las superficies de madera en la vivienda de Dalmasso. La Fiscalía corroboró que Bárzola, quien previamente había prestado declaración como testigo, estuvo en el hogar durante la semana en la que Nora fue asesinada.
El fiscal hizo saber que el imputado fue acusado de abuso sexual seguido de muerte, pero precisó que por el momento no irá a prisión. Precisó que Bárzola se encuentra actualmente en Río Cuarto.
Jávega informó a la familia Dalmasso acerca del último progreso en la causa y añadió que Bárzola fue llamado tras la presentación de la acusación. “Se lo convocó para que propusiera defensores y conociera los elementos en su contra”, dijo el fiscal.
“Prefirió reservarse el descargo y abstenerse a declarar. Él fue informado en aras de garantizar el derecho de defensa”, añadió Jávega acerca del acusado.
El encargado de la investigación detalló que tanto a la familia querellante como al imputado “participar en las pericias de cotejos genéticos tanto de la huella genética del cinto como de un pelo en la zona de ingle”.
“Se está relevando el extenso cuadro probatorio, pero lo que tenemos es que esta persona estuvo prestando labores en la semana previa”, detalló el fiscal acerca de las evidencias en contra de Bárzola para intentar obtener una sentencia.
Jávega expresó su optimismo en relación a una eventual condena para el sospechoso: “La posibilidad de que sea condenado está en tanto y en cuanto subsista la acción”.
“Estamos trabajando con una actitud muy perseverante, aun con el alto porcentaje de posibilidades de proscripción. El escenario ideal sería tener una acción en la que el acusado pueda ir preso”, concluyó.
Roberto Bárzola declaró como testigo en la primera causa donde se investigaba como sucedió el homicidio de Nora Dalmasso y confirmó que se encontraba en el hogar el 25 de noviembre. Aunque en ese entonces aseguró que no entró a la casa y que aguardó a Walter González, su patrón, quien finalmente no apareció.
«Durante los días de trabajo, nos encontramos en un sitio donde no manteníamos comunicación con otros empleados, ni con Nora, ya que la he visto una única vez. «No puedo revelar nada sobre la relación de ellos ya que nunca he presenciado nada», explayó luego de declarar en aquel momento.
Después de que el viudo Marcelo Macarrón fue absuelto en 2022, el caso quedó sin sospechosos, sin embargo, la investigación continuaba en marcha con el foco puesto en el cinto de la bata de toalla con la que Dalmasso fue estrangulado. En ese componente hallaron rasgos genéticos que no eran de ella ni de su marido.
Para la justicia, la víctima mantuvo relaciones sexuales «semi consentidas» antes de ser asesinada y en el «arma homicida», el lazo de su bata, se encontraba la clave para esclarecer el asesinato.
Tras tres años de colaboración conjunta e interdisciplinaria entre el Ministerio Público Fiscal y el Centro de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba, con el apoyo del National Center for Forensic Science, Universidad de Florida, Estados Unidos, y el respaldo del Ministerio de Justicia del gobierno de la Provincia de Córdoba, los resultados científicos revelaron evidencias y el delito de Nora Dalmasso se aproximaría a la verdad.