El sur de Brasil es el mas afectado por el fuerte temporal que azotan la región desde el pasado lunes. Las inundaciones son cada vez mayores y la situación es alarmante. Hasta el momento han muerto al menos 56 personas.
Las autoridades están trabajando para brindar asistencia ante esta tragedia climática. Se espera que el número de muertos aumente ya que 67 personas siguen desaparecidas.
El panorama es cada vez mas caóticos. En los medios se muestran videos de casas completamente cubiertas de agua y operaciones de rescate que implicaban riesgos, con personas trepando a tejados, vehículos y plantas para escapar del agua, la mayoría perdiéndolo todo.
Rio Grande do Sul es el estado más impactado, en especial su capital, la ciudad de Porto Alegre, cuyo centro histórico quedó bajo el agua después de que el río Guaíba se desbordara al alcanzar su nivel más alto en ocho décadas y las autoridades advirtieron que seguirá subiendo en las próximas horas.
La oficina de Defensa Civil de dicha región, reportó que decenas de miles de personas debieron evacuar sus viviendas, de las cuales 8.168 están en refugios públicos y otras 24.080 en casas de familiares o amigos.
Operativos de rescate y resguardo de la población afectada
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó la región y expresó que esta es “una de las mayores inundaciones” de las que tenía conocimiento y aseguró que desde el Gobierno no se iba a escatimar en recursos para atender la tragedia.
Por su parte, 936 militares, nueve aeronaves, 98 barcos y 70 vehículos de las Fuerzas Armadas se han desplegado para trabajar en las labores de rescate. También participan 2.000 efectivos de los cuerpos de rescate regionales.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, afirmó que se han logrado rescatar a unas 8.600 personas en operaciones “aéreas, marítimas y terrestres realizadas por las fuerzas de respuesta integradas”.
Por precaución, el aeropuerto internacional de Porto Alegre canceló las operaciones hasta nuevo aviso.
Alerta roja
La situación es preocupante porque desde el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) informaron que la amenaza climática no va a cesar y emitió una alerta roja por fuertes lluvias e inundaciones en la región del cauce del alto Uruguay, en la frontera con la provincia argentina de Misiones.