El Gobierno ajusta la reforma del Código Penal y analiza cambios en femicidio e imprescriptibilidad de la corrupción mientras define el texto final.
El Gobierno nacional entró en la recta final para cerrar la reforma del Código Penal, un proyecto que busca llegar al Congreso en las sesiones extraordinarias y que ya levantó ruido político: el futuro del femicidio como agravante y la posibilidad de declarar imprescriptibles los delitos de corrupción son los puntos más calientes.
Patricia Bullrich dio detalles durante una conferencia este lunes, aunque dejó más dudas que certezas. Aseguró que “todo está bajo revisión” y que entre hoy y mañana se definirán los últimos ajustes del texto. Dentro del oficialismo, reconocen que hay diferencias internas y que no está cerrado qué quedará y qué se modificará.
¿Qué pasa con el femicidio?
Bullrich no descartó que la figura pueda eliminarse como agravante del homicidio. La discusión había empezado meses atrás, cuando el Gobierno habló de una reestructuración basada en la “igualdad ante la ley”, planteando eliminar normas consideradas de “discriminación positiva”.
El presidente Javier Milei había sido contundente en Davos cuando sostuvo que, al existir una pena más alta por matar a una mujer que a un hombre, “la ley termina dándole más valor a una vida que a otra”. Aquella frase abrió un debate fuerte: ¿sacar el concepto puede favorecer a los condenados?
En Casa Rosada insisten en que no habría beneficios judiciales ni posibilidad de pedir “ley más benigna”. Aun así, hasta ahora no confirmaron si el femicidio se mantiene o sale del Código.
La otra bomba: corrupción imprescriptible
Durante el fin de semana circuló la versión de que el Gobierno declararía la corrupción como delito imprescriptible. Sin embargo, tanto Bullrich como otras fuentes oficiales aclararon que todavía no está decidido.
Lo que sí está confirmado es que, si un funcionario termina condenado por corrupción, perderá automáticamente su jubilación de privilegio.
Los delitos que ya figuran como imprescriptibles en el borrador son los más graves: homicidio agravado, abuso sexual, trata, secuestros extorsivos, narcotráfico, terrorismo y corrupción de menores.
Los cambios más fuertes del nuevo Código Penal
El equipo que trabaja la letra chica —Bullrich, el secretario de Justicia Sebastián Amerio y la secretaria Legal y Técnica María Ibarzábal— avanza en un paquete amplio de reformas:
- Homicidios: la pena máxima para el homicidio simple sube de 25 a 30 años.
- Agravantes: prisión perpetua sin límite temporal para casos como magnicidio, asesinatos de autoridades educativas, o víctimas menores de 16 o adultos mayores de 65.
- Conducción imprudente: las penas se endurecen; pasa a 2 a 6 años la figura simple y 3 a 6 la agravada.
- Legítima defensa: cambia el criterio y se presume en favor de quien se defiende.
- Información a las víctimas: serán notificadas antes que nadie cuando el condenado obtenga salidas o cumpla la pena.
- Código único: se aplicará igual en todas las provincias.
Con varios puntos abiertos y definiciones sensibles en juego, la reforma del Código Penal promete ser uno de los debates más duros de las extraordinarias. El Gobierno afina cada palabra mientras crece la tensión política alrededor de un texto que puede redefinir el sistema penal argentino.

