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Juan Backes fue condenado a 12 años de prisión por el Tribunal Penal Uno de Oberá y fue trasladado a la cárcel.

 

 

 

El comerciante de Panambí, había disparado a su pareja, tras encontrarla en la cama con su amigo, conocido como el «Nego» Engers.

 

 

 

 

El tribunal lo declaró «autor penalmente responsable» de los delitos de «homicidio calificado por haber sido cometido contra una persona con quien mantenía una relación de pareja y por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa», como también «abuso de arma con herida resultante y portación de arma de fuego en concurso real», en otra causa  independiente que también fue judicializada.

 

 

 

 

 

 

 

Durante el Juicio, Backes declaró que el disparo fue accidental, que «tenía mucha rabia» al encontrar a su mujer en la cama como con su amigo y no se dió cuenta que había disparado el arma de fuego. 

 

 

 

 

 

El fiscal  subrogante Elías Bys, había pedido 22 años de cárcel para el acusado, por el delito de «homicidio en grado de tentativa calificado por haber sido cometido contra la persona con quien ha tenido una relación de pareja y agravada por el uso de arma de fuego»

 

 

 

 

La defensa a cargo de la abogada Viviana Llamosas, pedía la absolución, considerando que su cliente actuó «preso de un gran enojo, fuera de sí, tanto que ni él entiende qué pasó en ese momento»

 

 

 

 

El hecho

 

 

 

 

Ocurrió el Kilometro 11 de Panambí, en junio del 2016, donde Juan Backes al regresar a su casa encontró a su concubina Silvia Cristina Ramírez de 52 años sin ropa con un amigo de la familia,  Juan “Negro” Engers en la casa donde ambos compartían.

 

 

 

 

Tras una fuerte discusión el acusado golpeó a su pareja de un palazo en la cabeza, el cual trataba de golpear al amante de la mujer, pero ella se interpuso entre ambos. Luego mientras la mujer se lavaba la cara, Backes le disparó en la axila y el mismo la trasladó hasta el hospital de Oberá. 

 

 

 

 

 

 

 

«Le encuentro semidesnuda con quien consideraba un amigo, y en ese momento tenía una rabia tremenda. Había un palo de pool que agarré para agredir a él, pero ella se metió y le impactó en la cabeza», contó Backes esta mañana ante los jueces, añadiendo que el disparo «fue accidental, porque al verle herida a mi concubina le dije que vaya al auto para que la lleve al hospital, yo entré a la pieza, agarré el arma y salgo, pero ella había sido que se no fue al auto sino a una canilla para lavarse la cara y las manos. En ese contexto ella me dice que le disparé en el pecho, pero no fue intencional, yo no tenía intención de dispararle, no me di cuenta y se habrá disparado el arma con el mismo movimiento de los brazos al caminar».

 

 

 

 

 

«Le dije cuando le traía hasta el Samic de Oberá, que confiaba mucho en ella, porque fueron 24 años de relación, de convivencia, con una hija grande, e inocentemente traje a este hombre que era mi amigo a la casa. Yo confiaba en ella, me dolió», Backer agregó que no volvió a tener contacto con su pareja, pero cuando salió de estar detenido, se enteró que ella y él «Negro» Engers, se habían ido a convivir en la casa donde sucedió todo. «Estuve un tiempo detenido, y cuando salí de prisión decidí irme de la casa, y este hombre pasó a vivir con ella», apuntó.

 

 

 

 

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