Un comerciante de la localidad de El Soberbio, despidió a un bombero voluntario que faltó a su trabajo por ir a apagar un incendio. 

 

 

 

 

Durante la madrugada de ayer viernes, fueron varios al menos ocho incendios que ocurrieron en la localidad. Esto demandó una ardua tarea por parte de los bomberos voluntarios que trabajaron durante varias horas en el combate del fuego

 

 

 

Uno de los bomberos voluntarios, que estuvo trabajando a la par de sus compañeros durante la madrugada y la mañana del viernes, no pudo ir a trabajar por estar cumpliendo su deber de bombero en la ardua tarea de sofocar incendios. Grande fue la sorpresa de esta persona, cuando se enteró por teléfono que su patrón, un comerciante de la localidad, le echó del trabajo por haber faltado

 

 

 

El comerciante le comunico por Whatsapp que no vaya mas a trabajar y que le pagara una deuda que tenia por unas compras en el comercio.

 

 

La Ley nacional 26.987 establece que “La actividad del bombero voluntario deberá ser considerada por su empleador tanto público como privado como una carga pública, eximiendo al trabajador bombero voluntario de todo perjuicio económico, laboral o conceptual que se derivaran de sus inasistencias o llegadas tarde a causa del cumplimiento del servicio”.

 

 

 

El bombero voluntario que fue despedido de su trabajo, es padre de una niña que esta atravesando una difícil enfermedad. En este momento no sabe como hacer para seguir manteniendo a su familia y los compañeros del cuartel le están ayudando.

 

 

 

Entre los muchachos del cuartel juntaron algo entre todos, y saldaron la deuda pero la preocupación está en que tiene una niña pequeña enferma y ahora no tiene como mantenerla y tratarla.

 

 

 

Ayer por la tarde, la comisión de la Asociación de Bomberos Voluntarios de El Soberbio esperaba tener un respiro de tantas salidas para apagar focos de incendios, para ver cómo ayudar a su integrante y analizar las medidas a tomar.

 

 

 

Hay quienes ya propusieron hacer para este fin de semana una venta de pollos o empanadas y fueron hasta la Municipalidad para pedir una ayuda para el bombero, que siguió prestando servicios y arriesgando su vida sin miramientos.

 

 

 

 

“Hubiese sido más comprensivo el comerciante y haber dado el día o descontárselo en lugar de haberlo echado en este momento. Esperemos que el negocio no precise de los bomberos por algún incendio”, se lamentaron los vecinos.

 

 

 

Por Revista Enterate

Panel principal de periodista de Revista Enterate

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