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Para frenar la inflación, el Gobierno optó por aplazar la actualización de los impuestos sobre el combustible líquido (ICL) y el dióxido de carbono (IDC) hasta marzo de este año. La suba se esperaba para el 1° de febrero.

 

 

 

 

Pese a esta resolución, hay que esperar para saber cuál será el ajuste que las principales compañías petroleras implementarán en los surtidores de las estaciones de servicio.

 

 

 

El decreto 51, publicado en el Boletín Oficial, oficializó la medida este viernes. Con la extensión que el Ejecutivo anunció, desde el 1° de marzo se aplicará el aumento correspondiente al primer trimestre del año 2024.

 

 

La Secretaría de Energía optó por posponer el incremento de los impuestos sobre las naftas y el gasoil con el fin de «minimizar el efecto en los precios del surtidor». Por lo tanto, el impuesto permanecerá en el mismo valor que se abonó hasta el día de hoy.

 

 

“En un escenario de incrementos de precios de crudo a nivel internacional, el Gobierno Nacional resuelve no cobrar el impuesto a los combustibles para mitigar el impacto en los precios del surtidor”, comunicaron desde el ministerio que lidera María Tettamanti.

 

 

 

 

 

Además, el Gobierno implementó nuevos esquemas de tarifas para el gas y la luz. El incremento será del 1,6% y 1,5%, en ambos casos. Además, realizó un avance significativo en la eliminación de los subsidios energéticos para las viviendas N2 y N3.

 

 

¿Cómo sucederá en marzo con el impuesto al combustible?

 

 

 

El 1° de marzo, el Gobierno revisará las cantidades de los impuestos sobre el combustible líquido (ICL) y el dióxido de carbono (IDC), lo que incide en el costo del litro de la nafta y el gasoil.

 

 

El incremento en el costo de los combustibles afecta casi directamente a los demás precios de la economía, dado que representa uno de los costos más significativos para el transporte que transporta los productos de consumo.

 

 

 

De acuerdo con los considerandos del decreto de Energía, los aumentos asignados al primer trimestre de 2024 se implementarán de manera parcial. Por otro lado, las modificaciones del segundo y tercer trimestre serán aplazadas en su totalidad.

 

 

 

La ley 23.966, sancionada en 1998, estableció el impuesto sobre los combustibles con el propósito de financiar fondos para la construcción de viviendas e infraestructura a nivel nacional. El impuesto establece cantidades constantes que se determinan en base a unidades de medida de productos derivados del petróleo y que se modifican en base a la fluctuación del Índice de Precios al Consumidor que calcula el Indec.

 

 

 

 

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