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El gobierno se quedaría sin dinero para los planes antes de las elecciones

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Antes de las elecciones de octubre, el presupuesto del programa social del gobierno se agotaría y el estallido social sería imparable.

 

 

 

Según las cifras del primer cuatrimestre, no solo el ritmo de aumento del costo de vida se ha duplicado más de lo previsto, sino también los fondos destinados a planes sociales que parecen estar en riesgo de acabar antes de las elecciones de octubre de este año

 

 

 

Los planes; Tarjeta Alimentar y Potenciar Trabajo ya han recibido 430.000 millones de pesos de financiación en sólo cuatro meses.

 

 

 

Estos planes son las dos principales patas de asistencialismo que propone el gobierno peronista, y una piedra angular para mantener el apoyo político de toda la organización piquetera del gobierno.

 

 

 

Estimaciones privadas indican que el gasto de este año en los dos principales planes sociales aumentará al menos un 150 por ciento, o 30 puntos porcentuales más que la inflación prevista. Serán alrededor de $ 1,3 billones, significa un 30% más de lo previsto en el presupuesto anual.

 

 

 

 

 

Para evitar un aumento de las protestas lideradas por organizaciones piqueteras, el gobierno se está viendo obligado a reasignar partidas presupuestarias en otros ámbitos económicos para evitar un estallido antes de las próximas elecciones presidenciales.

 

 

 

 

El gasto en los dos programas de asistencia primaria aumentó un 33 % al cierre del primer cuatrimestre, lo que, anualizado, está muy lejos de la meta anual del 60 % pronosticada por Economía para 2023.

 

 

 

 

Los planes Potenciar Trabajo y Tarjeta Alimentar consumen casi $3.600 millones por día del presupuesto del gobierno.

 

 

 

 

Emilio Pérsico, jefe de los piqueteros y secretario de Economía Social, es el encargado de gestionar el Potenciar Trabajo, mientras que la Tarjeta Alimentar se encarga de gestionar La Cámpora.

 

 

 

 

Los efectos de la inflación en el gasto del plan social.

 

 

 

 

Es de destacar que para frenar el impacto de la inflación, el gobierno aumentó el monto gastado en planes sociales. De $2.690 millones en enero a $3.000, $3.400 y $3.600 millones en febrero, marzo y abril, respectivamente.

 

 

 

 

Pronostican que el presupuesto se agotará tres semanas antes de las elecciones presidenciales, a fines de septiembre, si las cosas siguen así.

 

 

 

 

Todo apunta a que el gobierno se inclinará entonces a reasignar partidas presupuestarias para atender los últimos tres meses del año. Aunque tampoco importa mucho para los que actualmente gobiernan el país, porque saben que se van en diciembre poniendo fin a uno de los peores fracaso del peronismo.

 

 

 

 

Quien que gane las elecciones del 10 de diciembre deberá abordar esto como uno de los temas clave. Aunque podría recibir un país con mega estallido social un dólar por las nubes y una inflación en los niveles mas altos.

 

 

 

 

La oposición sigue pidiendo que las organizaciones piqueteras ya no estarán a cargo de administrar tal presupuesto, porque tienen razones para creer que no todos los fondos se distribuyen a los destinatarios previstos.

 

 

 

 

Todo apunta a que las arcas del estado se vaciarían y con el monto previsto en el presupuesto para planes sociales terminaría a fines de septiembre, a solo tres semanas de las elecciones presidenciales.

 

 

 

Planes sociales: números complejos.

 

 

 

 

El Potenciar Trabajo tendrá un presupuesto anual de $591.000.000.000. Ya se ha gastado el 40 por ciento, o $238 000 000 000 del total. Más de 1.3 millones de beneficiarios están recibiendo pagos por un total de $2 mil millones cada día. A cambio de estos planes solo se pide 4 horas de trabajo por día, de lunes a viernes, pero este requisito generalmente no se cumple.

 

 

 

 

Este programa paga un salario mínimo de $ 40.160 mensuales, o la mitad de un salario mínimo vital y móvil. Lo administran las organizaciones sociales, que distribuyen los fondos a cada beneficiario y se quedan con una porción de alrededor del 3 por ciento, que es un presupuesto fantástico para gastos corrientes como los de organizar protestas en distintos puntos del país.

 

 

 

 

Se destinó un presupuesto de $443.000 millones para la Tarjeta de Alimentar. En el 2023 se gastó $192.000.000.000 en apenas cuatro meses. Son 1,06 billones de pesos cada día. Como resultado de la mayor inflación, el programa ya ha utilizado el 43% de los fondos previstos.

 

 

 

 

Laura Alonso, la secretaria de Inclusión Social, quien responde a Máximo Kirchner, está a cargo de la Tarjeta de Alimentar, que beneficia a 1,4 millones de personas.

 

 

 

 

A este ritmo, el programa también se quedará sin dinero a finales de septiembre.

 

 

 

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