Una funcionaria municipal de Puerto Rico quedó envuelta en un escándalo tras filtrarse chats donde presuntamente extorsionaba a un cliente.
Lo que empezó como un intercambio de mensajes privados terminó con un escándalo que sacude los pasillos municipales. Una funcionaria pública de un área de «control» fue señalada tras la filtración de un chat en el que presuntamente amenazaba a un cliente que se negó a seguir pagando por su contenido “hot”.
En la conversación, que se viralizó en redes y grupos locales, la mujer —que según versiones trabaja en una dependencia municipal— lanza una serie de mensajes cargados de furia y amenazas.
“Mirá que tengo gente realmente poderosa, que están en altura y pueden pagar más y no lloran como vos, sorete”, se lee en una parte del chat. Acto seguido, agrega una frase que dejó a todos helados:
“Ya te voy a agarrar de las bolas así me las cobro, así me cobré de muchos”.
Del otro lado, el supuesto cliente —casado, según trascendió— intenta cortar el intercambio con insultos y advierte: “Ni se te ocurra meterte con mi familia”.
Pero la historia no terminó ahí. Minutos después, la funcionaria volvió a escribir:
“Ahora yo soy la loca. Cuando me acosabas y pedías más fotos, no te quejabas. Esto no termina acá, pagame lo que me debés y punto”.
Según fuentes locales, la mujer tendría un perfil en redes donde ofrecía material erótico, lo cual no constituye ningún delito si lo hace fuera del horario laboral. Lo que sí encendió las alarmas fue la sospecha de que podría haber usado su cargo público para presionar a quienes no cumplían con los pagos.
Por ahora, no hay denuncia formal ni intervención judicial, pero en los pasillos del municipio nadie habla de otra cosa. Algunos colegas reconocen que “la crisis pega fuerte” y que muchas empleadas recurren a contenidos pagos para sobrevivir, pero aclaran que “extorsionar o usar el cargo para cobrarse deudas ya es otro tema”.
Pero al fin y al cabo, es muy difícil que el supuesto afectado realice una denuncia porque «se le viene la noche», mas que a la «emprendedora».

