El delito fue descubierto el 28 de diciembre en una oficina del segundo piso del edificio de la avenida Mitre. Tres empleados de la sanitización contra el COVID-19 están bajo sospecha.
“La ocasión hace al ladrón” o se trata de un robo planificado detalle por detalle. Investigadores de Gendarmería Nacional cumplieron ayer nueve días de intensas labores para determinar quiénes son los responsables y cómo concretaron el robo de poco más de doce millones de pesos, guardados en dólares, euros y reales, en una caja fuerte del Juzgado Federal de Posadas.
El faltante se descubrió el martes 29 de diciembre de 2020 en el segundo piso del juzgado de la avenida Mitre (entre Jujuy y San Luis) de esta capital, en dos cajones de una caja fuerte en una de las secretarías de la jueza María Verónica Skanata.
La funcionaria a cargo del área de inmediato denunció lo sucedido y la jueza mencionada y la fiscal subrogante, Silvina Gutiérrez, solicitaron a la división CRIMIS de Gendarmería Nacional para las “urgentes” labores investigativas.
El primer objetivo o hipótesis apuntó a tres empleados de una empresa de limpieza, la que fue contratada desde los primeros días de noviembre para sanitizar los seis pisos que la Justicia Federal posee en la avenida Mitre.
El hecho se calificó como “escandaloso y alarmante” porque el edificio cuenta con un sistema de seguridad destacado en muchas ocasiones, tanto por poseer efectivos de Gendarmería destacados para tal función, como cámaras de seguridad en casi todas las dependencias.
De los primeros datos del personal de mantenimiento se apuntó a que la empresa tercerizada para la sanitización contra el COVID-19 guardaría relación y se entabló un período para revisar registros de videovigilancia a partir del 27 de noviembre hasta el lunes 28 de diciembre.
La firma de limpieza contratada, asistía todos los viernes fuera de horario de tareas judiciales para rociar con químicos y volver a limpiar todo el edificio.
Se identificaron los tres empleados que realizaban la labor y del análisis de las cámaras se apartaron secuencias del pasillo del segundo piso, donde dos de ellos tenían en los bolsillos de sus mamelucos grises bultos que sugirieron escondían fajos de billetes. Esto ocurrió durante la siesta del 23 de diciembre.
Los sospechosos tienen 31, 37 y 23 años y fueron ubicados el miércoles 30 de diciembre en sus respectivos domicilios y con las órdenes de la fiscal Gutiérrez se allanaron viviendas en el barrio A4 Nueva Esperanza, Villa Cabello y Santa Rita de Posadas.
El resultado fue negativo, ni el dinero ni el smartphone que desaparecieron de la caja fuerte fueron encontrados por los pesquisas.
Las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN admitieron lo sucedido pero remarcaron que el caso se manejaba con estricto silencio. Tampoco ocultaron la sorpresa que causó el millonario robo: “Por el coronavirus se desinfectan hasta los picaportes de todas las puertas y la seguridad es estricta, es preocupante lo sucedido”. Otras voces utilizaron metáforas como: “‘Limpiaron’ hasta la caja fuerte”.
Fuente Primera Edición