El Gobierno postergó hasta el 12 de marzo próximo la suba en el impuesto a los combustibles prevista para el 1 de marzo. Claves de la medida
Luego de una seguidilla de aumentos en la nafta, el Gobierno postergó hasta el 12 de marzo próximo la suba en el impuesto a los combustibles prevista para el 1 de marzo.
De esta manera, se detuvo por diez días otro incremento de hasta 5,2% en las naftas y el gasoil que debía regir desde el 1 de marzo.
El Gobierno postergó el aumento en el impuesto a los combustibles
A través del decreto 35/2021, publicado este lunes en el Boletín Oficial, se indicó que «el incremento en los montos de impuesto correspondiente al cuarto trimestre de 2020, surtirá efectos para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, desde el 12 de marzo de 2021».
El Gobierno atribuyó la postergación a «las circunstancias actuales y la necesaria estabilización de los precios».
El 16 de enero último, la petrolera YPF dispuso un aumento de precios del 3,5% promedio de sus combustibles, lo que incluye el ajuste diferencial por el incremento del componente impositivo de la nafta y el gasoil.
Este aumento incluye el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) del 7,7% que entró en vigencia a partir del 15 de enero, según lo dispuesto por el Gobierno.
Desde mediados de agosto, cuando se autorizó el primer ajuste de esta gestión, los combustibles ya subieron más del 34% promedio. El precio del combustible de nafta súper llega a $71,90 en las estaciones de Buenos Aires en YPF.
Aumento en las naftas: qué dicen los estacioneros
El titular de la Cámara de Expendedores de Combustibles, Carlos Pinto, admitió que los tres aumentos seguidos que se dieron en los primeros días de 2021 generaron preocupación en el sector, pero advirtió que el valor de los combustibles está lejos de los precios históricos para la región, que rondan el 1 dólar por litro.
Pinto, que representa a los estacioneros, señaló que todavía no se superó el primer mes del año y el proceso de acodamiento de los precios marcó una suba de entre el 5% y el 6% en los surtidores.
«En dos meses hubo cinco aumentos seguidos, que comenzaron en diciembre», agregó el empresario.
«En 2020, la demanda fue baja. Hubo mermas muy importantes, que alcanzaron hasta un 80%. Eso todavía no está íntegramente recuperado pero en las últimas semanas con el auge del turismo se va recuperando y con la recuperación de la industria petrolera se nota un repunte. Esperemos que en un futuro próximo retomemos la estabilidad y recuperemos lo perdido», indicó en declaraciones a LU5 de Neuquén.
Pinto manifestó que históricamente el combustible, la nafta súper, siempre estuvo en la región en un valor que osciló entre 1 dólar y 1,10 dólar el litro.
«Después del congelamiento de los últimos años, estamos un poco lejos, nos falta un trecho por recorrer, para llegar al valor. Espero que hasta que la actividad económica se reactive se extiendan los aumentos, porque el valor de los combustibles influye en toda las ramas», agregó.
En ese sentido, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles admitió que para alcanzar precios estables en la zona, que incluye a los países limítrofes, faltaría un aumento del 15%. «Esa sería una referencia válida», concluyó .
Un enero con fuertes aumentos
El sector ya viene de implementar un incremento en este primer mes de 2021. La semana pasada, Raizen (Shell), Axion e YPF –en este último caso, de un 2,9 por ciento– aplicaron subas en los surtidores para compensar el mayor precio que el Gobierno autorizó para los biocombustibles.
A la hora de entender las variaciones que, en las estaciones de servicio, están tomando cuerpo en este 2021 también hay que reparar en lo que ocurre con el crudo internacional. El barril de Brent acumula un alza del 20 por ciento de diciembre a esta parte.
Y esa variable, sumada a la devaluación por el vaivén del dólar, también complica cualquier intento por aquietar el precio del litro. Mientras el petróleo se mantenga inestable, los costos para las empresas seguirán ganando volumen por lo que sostener un valor en el tiempo seguirá siendo una meta difícil de alcanzar.
Las estaciones de servicio, complicadas
Según Guillermo Lego, gerente de CECHA -la confederación que integra a los empresarios del expendio-, la venta de combustibles sigue cuanto menos un 30 por ciento por debajo de los números de la etapa pre pandemia.
«Más allá de la necesidad del Gobierno, aplicar más subas en este contexto económico no necesariamente les garantiza una mejora a las petroleras», expresó.
Actualmente, a excepción de las estaciones de servicio establecidas en zonas con tránsito de turistas como la Costa, Córdoba o la zona cordillerana de la Patagonia, el resto de los comercializadores sigue operando a pérdida.
Cada nuevo incremento aplicado a los precios de las naftas enciende luces rojas en el tablero económico de las estaciones de servicio. Ocurre que los «retoques» pegan de lleno en la demanda por efecto de la recesión dominante. Hoy por hoy, el sector de la comercialización opera a pérdida y cada aumento es observado como un empujón más al precipicio del cierre definitivo.
Un informe reciente de CECHA expuso que las distintas complicaciones que enfrentan los puntos de expendio mantienen en peligro de cierre definitivo a más de la mitad de los puntos de comercialización de combustibles.
El trabajo en cuestión reveló que 3 de cada 5 estaciones de servicio corre el riesgo de cerrar definitivo, mientras que el 85 por ciento de los sitios de venta no podrá sostenerse en el mediano plazo si la situación -en términos de demanda- no mejora.
«A ese cuadro se suma que las estaciones fueron excluidas a partir de noviembre del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción», se indica. Según pudo indagar iProfesional, sólo entre los asociados a la confederación existen alrededor de 3.300 estaciones de servicio al borde de la quiebra. De ocurrir, esto redundará en la pérdida de al menos 40.000 puestos de trabajo.