Dos hombres fueron arrestados en Puerto Rico acusados de haber golpeado y mantenido cautivo a un chofer por más de dos horas. La víctima logró escapar y denunció el violento ataque.
Un violento sucedió en la ciudad de Puerto Rico, donde un chofer de transporte fue golpeado, amenazado con armas de fuego y retenido contra su voluntad durante más de dos horas. La Policía de Misiones detuvo a dos sospechosos —su patrón y otro empleado— tras una serie de allanamientos simultáneos que permitieron secuestrar un arsenal de armas y herramientas utilizadas en el ataque.
El hecho ocurrió el sábado por la noche en el depósito de una empresa situada sobre la Ruta Nacional 12, en el paraje Mbopicuá. La víctima, Juan Ramón P. (39), regresaba al galpón tras realizar entregas cuando se originó una fuerte discusión con su empleador, Sergio Omar V., por una rendición de dinero.
Según la denuncia, tras entregarle $300.000, el empresario le exigió otros $500.000 y, junto a tres hombres, comenzó a agredirlo brutalmente con golpes de puño y machetes, además de amenazarlo con un rifle calibre 22, una escopeta 12.70 y un revólver calibre 32.
Durante más de dos horas, el trabajador fue retenido bajo amenazas y violencia extrema hasta que logró escapar y refugiarse en su domicilio. Desde allí, acudió a la Comisaría Primera de Puerto Rico, donde denunció el hecho. Posteriormente, fue examinado en el hospital local: el médico policial confirmó más de 40 lesiones entre cortes, hematomas y excoriaciones.
Con la denuncia en curso, el Juzgado de Instrucción de Puerto Rico ordenó una serie de allanamientos durante la madrugada del domingo. En una vivienda del barrio Ruta 12, fue detenido Jorge Gabriel V. (46), señalado como autor principal. Allí se secuestró una camioneta Ford Ranger, un machete y un martillo.
En paralelo, otro operativo en el depósito de la empresa permitió capturar a Lucas Emiliano G. (32) y secuestrar un rifle calibre 22 con seis cartuchos, cinco machetes, un cuchillo tipo puñal, un látigo de goma casero, dos mazas y varios teléfonos celulares, incluido uno perteneciente al denunciante.
Peritos de la División Cibercrimen también confiscaron el DVR del sistema de cámaras de seguridad, considerado una prueba clave para el avance de la investigación.
Ambos detenidos fueron puestos a disposición de la Justicia, y los procedimientos contaron con la participación de la Brigada de Investigaciones, el Comando Radioeléctrico de Puerto Rico y Capioví, y las divisiones Criminalística y Cibercrimen, bajo la coordinación de la Unidad Regional IV.
