Una banda que extorsionaba a productores rurales haciéndose pasar por policías cayó en Pozo Azul. Entre los detenidos, hay un efectivo en actividad. Investigan si hay más víctimas.
La escena parecía sacada de una serie policial: una camioneta negra, tres hombres con actitud intimidante y una historia de amenazas, extorsión y engaño. Pero esto no fue ficción, ocurrió en Pozo Azul, Misiones, y el desenlace dejó a todos con la boca abierta: uno de los estafadores era, en efecto, policía… y en actividad.
Todo comenzó con una denuncia que llegó a la Comisaría de Pozo Azul cerca de las 20 horas. Una mujer, preocupada por lo que había visto en el terreno de su vecino, relató que una camioneta con tres hombres había ingresado sin permiso y que parecían armados. No eran caras desconocidas en la zona. Ya se corría la voz de que estos tipos no venían en son de paz.
Amenazas, extorsión y un tractor en la mira
Según contó el colono extorsionado, esta no era la primera vez que los veía. Ya el viernes anterior le habían sacado 800 mil pesos bajo amenazas. Le dijeron que, si no pagaba, le iban a secuestrar un tractor brasileño, haciéndose pasar por agentes de la Policía Federal. Con nervios de acero y temor real, había accedido. Pero esta vez, alguien los vio. Y eso fue clave.
La trampa perfecta y una detención inesperada
Lo que los delincuentes no sabían era que la propia Policía de Misiones ya los estaba siguiendo de cerca. Desde la Unidad Regional XIV de San Pedro, bajo órdenes claras desde la cúpula policial, se venía tejiendo un operativo silencioso. Y cuando llegó la denuncia, fue el momento justo.
La patrulla se acercó al lugar señalado y encontró la Volkswagen Amarok. En su interior: Sergio Iván F., de 28 años, efectivo activo en la Policía de Misiones y parte del Comando Radioeléctrico de Eldorado. Junto a él, Marcelo Gastón B. (29) y Matías Ezequiel R. (30), ambos empleados de una concesionaria.
Fueron reducidos y esposados en el acto. Y esta vez, los que decían ser policías, terminaron esposados por verdaderos agentes.
Consecuencias, investigación y una interna en la Policía
Desde la Jefatura de Policía no tardaron en confirmar la noticia: el agente involucrado fue apartado de inmediato y se inició su expulsión definitiva. El mensaje institucional fue claro: tolerancia cero con los uniformados que cruzan la línea.
Pero la historia no termina ahí. La Justicia avanza con la causa, se tomó la declaración formal del colono y se analiza si esta banda actuó en otros puntos de la provincia bajo la misma modalidad. ¿Cuántos más habrán sido engañados por este trío de falsos —y uno verdadero— policías?
Una historia real que parece de película
Lo cierto es que el operativo fue un éxito, pero también una llamada de atención: incluso entre las fuerzas del orden, puede haber manzanas podridas. Y mientras el pueblo de Pozo Azul recupera algo de tranquilidad, la investigación sigue su curso.
Por ahora, el tractor está a salvo, el colono también… y los estafadores, tras las rejas.