La comitiva está encabeza por la viceministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini. También viajan cuatro científicas de la ANMAT. Cómo es su agenda y la importancia del viaje.
Una comitiva argentina compuesta por seis mujeres partirá esta tarde desde el aeropuerto de Ezeiza en un vuelo de Air France. Tras una breve escala en París, las funcionarias llegarán a Moscú, donde podrán verificar el proceso de producción de la vacuna Sputnik V. Esta vez no hay secreto ni misterios: el anuncio lo hizo el propio Alberto Fernández tras la firma del contrato con el Fondo Ruso de Inversión Directa. El resultado del viaje es clave para los objetivos que se trazó el Gobierno: traer 300 mil vacunas antes de fin de año y vacunar a 10 millones de argentinos contra el coronavirus entre enero y febrero.
La comitiva está encabeza por la viceministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini, una politóloga que cuenta con la confianza del Presidente y fue determinante para el acuerdo con los rusos. También viajan cuatro científicas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), el organismo que debe aprobar todas las vacunas que se utilicen en nuestro país. Durante su estadía, visitarán el Centro Nacional Gamaleya, una institución de excelencia a nivel mundial donde se desarrolla la vacuna, y la sede de la empresa Generium, que forma parte de su proceso productivo. “Se realizará la verificación técnica de los establecimientos y los procesos de fabricación utilizados en los productos”, se limitó a comunicar la ANMAT en un comunicado.
También habrá un encuentro con el director general del Fondo ruso, Kirill Dmitriev, según pudo saber Infobae de fuentes oficiales. Si no hay cambios de último momento, toda la actividad estará concentrada en Moscú y la comitiva regresará a Buenos Aires el sábado 19.
Las seis enviadas se realizaron un hisopado antes de viajar pero volverán a repetir la prueba en el aeropuerto de Moscú y deberán esperar los resultados en el hotel, como ocurrió en el primer viaje.
Vizzotti y Nicolini ya estuvieron en Moscú hace dos meses. En ese caso se alojaron en el Hotel Lotte, a pocas cuadras del río Moscova. Para la funcionaria de Salud, que ayer estuvo en el Congreso para festejar la media sanción al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), era la primera vez en Rusia. En cambio, Nicolini ya había estado en 2009 como turista.
Luego de ese viaje, una comitiva rusa pasó por Buenos Aires y luego el ministro de Salud Ginés González García se reunió en secreto con el embajador ruso, tal como reveló este medio. Durante las últimas semanas, Nicolini y Vizzotti monopolizaron las gestiones y mantuvieron un estricto bajo perfil.
Tras la firma del acuerdo, el Gobierno decidió empezar a comunicar los próximos pasos. El jueves, el presidente aseguró que “habrá una primera remesa de alrededor de 600 mil dosis antes de fin de año” y que entre enero y febrero llegarán “las dosis suficientes” para vacunar a 10 millones de personas.
El Gobierno apuesta a contar con el primer lote antes del 31 de diciembre, aunque todavía restan definir las cuestiones logísticas. En principio, las primeras vacunas se retirarán del aeropuerto de Moscú y serán trasladadas en un avión de Aerolíneas Argentinas. “Todavía no está definido el método de transporte”, admiten en el Gobierno.
Aunque el primer lote llegue a tiempo, para comenzar a vacunar se necesita la aprobación local. La comitiva regresará el sábado 19 y habrá apenas doce días hasta el 31, con varios feriados por las Fiestas. “Las técnicas de ANMAT van a presentar un informe ante el Ministerio de Salud apenas vuelvan”, dijo una fuente oficial que conoce la agenda de la comitiva argentina.
“La información está. Hay que ir a buscarla, hay que ir a verificarla, y lo que la ANMAT debe darnos es certeza de que lo que estamos comprando es la calidad que pueden los argentinos recibir”, indicó el jueves el presidente sobre la importancia del viaje.
El contrato firmado con el Fondo ruso incluye “una preferencia a favor de Argentina para poder vacunar a otras 5 millones de personas en marzo” si se atrasa la llegada de las otras vacunas, según dijo Alberto Fernández en la conferencia de prensa del jueves. Para ese entonces, el Gobierno espera comenzar a recibir las vacunas de Oxford-AstraZeneca y las que provienen de COVAX, un banco de vacunas organizado por la ONU.
Cada vacuna (son dos dosis) tiene un costo de USD 19,90, pero a eso hay que agregarle el costo millonario del transporte. En principio, se utilizarán los aviones de la aerolínea estatal, como ocurrió con los insumos que llegaron desde China al comienzo de la pandemia, aunque en este caso el desafío es más complejo por la cadena de frío que requieren las vacunas. “Los elementos de China no demandaban temperatura controlada. No es sencillo colocar contenedores en las bodegas, a menos 18 grados, con aprobación de ANMAT y en tan poco tiempo”, apuntó una fuente del mercado farmacéutico.
En el Gobierno admiten que la batalla logística recién comienza, pero dicen que es un desafío para todos los países. “Se calcula que habrá 15 mil aviones cargando la vacuna por el mundo”, advierten.
A esta altura tampoco hay certezas sobre la procedencia de la vacuna. El jueves, ante una pregunta de una cronista de Infobae, Fernández admitió que todavía no está claro en qué países se producirán las dosis prometidas. “Se produce en muchos lugares, las primeras van a venir de Rusia, pero la producción en escala se hará en India o en Corea del Sur, y también se ha propuesto a Bangladesh”, apuntó el ministro de Salud.
El pago de la vacuna es más sencillo: el contrato estipula una transferencia bancaria del 50% cuando se carga el lote en el aeropuerto de salida y el 50% restante cuando aterriza el avión en Buenos Aires.
El factor diferencial de la vacuna rusa reside en el uso de dos vectores diferentes, basados en adenovirus humano Ad5 y Ad26, lo que permite generar una respuesta inmune más fuerte y duradera que las vacunas que usan un solo vector para las dos dosis. Datos preliminares obtenidos de 18.000 voluntarios, 42 días después de que éstos recibieran la primera dosis (equivalente a 21 días después de haber recibido la segunda dosis), indican una eficacia superior al 95%.
Cuando le preguntaron por la calidad de la vacuna Sputnik V, Alberto Fernández aseguró que será el primero en aplicársela para generar conciencia en la ciudadanía y alejar fantasmas. “Una vez que esté aprobada por la ANMAT, voy a ser el primero en vacunarme para que nadie tenga miedo”, aseguró.
El ministro de Salud se propuso como el segundo de la lista pero en el Gobierno tienen previsto ofrecerle ese lugar a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Luego comenzará el plan de vacunación por los casos prioritarios: el personal sanitario, las fuerzas de seguridad, los mayores de 65 años, y los docentes.