Un tornado F2 destruyó casi todo Rio Bonito do Iguaçu, Brasil. Hay seis muertos y más de 400 heridos. El fenómeno se habría originado en Misiones.
Un devastador tornado de categoría F2 destruyó cerca del 90% del municipio de Rio Bonito do Iguaçu, en el estado brasileño de Paraná —a unos 200 kilómetros de la frontera con Misiones—, dejando un saldo provisorio de seis personas fallecidas y más de 400 heridas, según confirmaron las autoridades locales.
Hubieron varios videos y testimonios en las redes sociales, donde personas mostraban y comentaban sobre vientos fuertes y remolinos tipo trombas de tornado que se formaban en el centro norte de Misiones.
El fenómeno meteorológico, con vientos que superaron los 250 km/h, se desató durante la tarde del viernes y también afectó a la vecina ciudad de Guarapuava, donde se reportó una víctima fatal.
De acuerdo con las primeras estimaciones de especialistas, el tornado habría tenido su origen en territorio misionero, en las zonas de Campo Grande y San Vicente, donde se detectaron remolinos de viento y fuertes ráfagas. Aunque en Misiones no hubo daños, el sistema se intensificó al ingresar en Brasil, provocando una destrucción sin precedentes.
El Cuerpo de Bomberos Militar de Paraná informó que fueron asistidas 432 personas, de las cuales nueve permanecen en estado grave. Algunas de ellas debieron ser intervenidas quirúrgicamente. En tanto, más de 60 efectivos — entre bomberos, policías y voluntarios— continúan trabajando en la búsqueda y rescate de víctimas, mientras un hospital de campaña funciona en la ciudad de Laranjeiras do Sul, a 20 kilómetros del epicentro.
La Defensa Civil del estado distribuyó 2.600 chapas, 900 cestas básicas, 225 colchones, 220 kits de higiene y 54 rollos de lona, y anunció el envío de nuevos cargamentos de alimentos y artículos de emergencia. Paralelamente, la Policía Militar reforzó la seguridad y montó un puesto de comando con helipuerto en un campo de fútbol local.
El intendente Sezar Augusto Bovino describió la escena con crudeza:
“Llueve muy fuerte y cerca del 80% de la ciudad está en el suelo. La fuerza de la tormenta derribó postes, destechó casas, destruyó edificios y sorprendió a mucha gente cuando volvía del trabajo. Hay vehículos bajo los escombros y los hospitales están colapsados”.
Equipos médicos de distintas localidades del centro-sur de Paraná se trasladaron a la zona para asistir a los heridos, muchos de ellos con golpes, fracturas y traumatismos en la cabeza.

