De acuerdo con la publicación The Harvard Crimson, la universidad exhibió parcialmente los registros disciplinarios de los alumnos internacionales que Washington había requerido.
La administración de Trump dio inicio una batalla ininterrumpida contra las universidades del país, a las que señala de tolerar el antisemitismo en sus campus, tras las protestas propalestinas del año 2015.
Además, aspira a poner fin a los programas de diversidad orientados a tratar la exclusión de las minorías.
El gobierno republicano anuncio la semana pasada un nuevo recorte de 450 millones de dólares en ayudas federales, que se añaden a otros 2.200 millones que se habían anunciado previamente.
“Para las universidades es un privilegio, no un derecho, matricular a estudiantes extranjeros y beneficiarse de sus elevados pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus multimillonarias dotaciones”, afirmó Noem.
Recientemente, Trump caracterizó a Harvard como una «institución de extrema izquierda y antisemita», un «desastre progresista» y un «riesgo para la democracia».
El mes pasado, la universidad impuso una demanda contra la administración por el intento gubernamental de modificar su programa educativo, sus políticas de admisión y sus procedimientos de contratación.
Nuevo golpe a los inmigrantes
Por otro lado, en un nuevo avance que intensifica la presión contra la inmigración, la Cámara de Representantes de Estados Unidos apoyó el enorme proyecto de ley presupuestaria del presidente Donald Trump, que contempla un impuesto del 3,5% sobre las remesas.
Ahora, el documento será llevado al Senado, donde los republicanos buscan realizar modificaciones significativas, que podrían impactar en estas transferencias monetarias de los migrantes a sus familias o comunidades.
Según las previsiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) las remesas enviadas a países de América Latina y el Caribe marcaron un récord en 2024, con 161.000 millones de dólares. México el principal país de destino con casi 65.000 millones.
