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Un joven de 18 años fue brutalmente golpeado por un grupo de rugbiers en un country de Córdoba

El joven, identificado como Lautaro Insúa, sufrió varias fracturas en el rostro y deberá someterse a una cirugía reconstructiva. El vicepresidente del club donde juegan los presuntos agresores, de 17 y 18 años, señaló que citarán a los acusados para “escuchar sus versiones” y dictaminar sanciones

Un joven de 18 años fue brutalmente golpeado este fin de semana en un barrio privado de la ciudad de Córdoba, donde, según denuncia la víctima, se produjo una discusión con un grupo de rugbiers de su misma edad que habían ingresado a una fiesta a la que no estaban invitados.

El violento episodio ocurrió este domingo a la madrugada en una casa ubicada en el barrio Lomas de La Carolina, donde Lautaro Insúa, el joven que resultó agredido, participaba de una fiesta por su egreso del colegio secundario en la casa de uno de sus mejores amigos.

De acuerdo al relato de la víctima, los agresores fueron dos de los cuatro jóvenes de 17 y 18 años, jugadores del Tala Rugby Club, que irrumpieron en la casa cerca de las tres de la mañana a pesar de no haber sido invitados y reaccionaron de mala manera cuando el dueño de casa les pidió que se fueran.

“A él lo tiraron al piso y cuando yo los acompañé para afuera me pegaron a mí. Uno de estos chicos se dio vuelta y me rompió el tabique, contó Lautaro en diálogo con Cadena 3. “Después perdí gran parte de la vista y el equilibrio entonces me tiró contra un alambrado y el mismo chico me empieza a pegar en la cara y me rompe los orbitales. Caí al piso y el otro me pegó patadas hasta que lo sacaron”.

Tras el brutal ataque, Lautaro debió ser trasladado al Sanatorio Allende, donde los médicos constataron que tenía una fractura de tabique y otra en la órbita ocular, junto a otra serie de heridas en el rostro por las que deberá ser sometido a una cirugía reconstructiva.

“Físicamente dentro de todo estoy bien porque pudo haber sido mucho peor”, relató este martes el joven que ya se encuentra recuperándose en su casa. “La golpiza duró un minuto y me fracturaron los tres huesos. Yo entiendo que la saqué barata porque al menos no fue como en Villa Gesell”, señaló Lautaro en referencia al asesinato a golpes de Fernando Baez Sosa, ocurrido el 18 de enero pasado a la salida del boliche Le Brique en la ciudad balnearia.

La causa, caratulada como violación de domicilio y lesiones graves, quedó en manos del fiscal de feria del Distrito 4 de la ciudad de Córdoba, Horacio Vázquez. Hasta este martes por la mañana, sin embargo, fuentes judiciales confirmaron a Infobae que aún no se tomaron medidas contra los jóvenes señalados como agresores, ni hay detenidos por el hecho.

Según explicó Daniel, el padre de la víctima, su hijo no conocía a los presuntos atacantes, a pesar de que tenían su misma edad y Lautaro había jugado hacía dos años en ese club del barrio Villa Warcalde. “El padre de uno de ellos es vocal de la comisión directiva del ‘Tala’. Es un ex Puma”, indicó el hombre.

Se refería a Facundo Soler, ex fullback de Los Pumas y padre de uno de los jóvenes de 17 años, que dialogó con la prensa local y aseguró que la golpiza fue en realidad una pelea solamente entre su hijo y Lautaro, luego de que el joven agredido no lo dejara ingresar a buscar a dos amigos que participaban de la fiesta.

“Lautaro Insúa le aplicó un tackle a mi hijo, lo tiró contra un alambrado, luego mi hijo pudo zafar, reaccionó mal, le pegó dos o tres trompadas y no pasó más nada”, dijo el hombre que remarcó que el agresor había sido Insúa y pidió disculpas a su familia. “La madre de Lautaro no aceptó que nos reunamos”, reveló.

“Hemos abierto un proceso administrativo con la comisión de disciplina del club. Parece ser que ha sido un chico contra otro, no un acto de patoterismo ni de rivalidad de clubes”, remarcó en ese mismo sentido Sebastián Barros, vicepresidente del club, que aseguró también que los jugadores serían apartados del club.

“Citamos a los involucrados para escuchar sus versiones y en función de eso, no podemos hacer más que imponer sanciones desde lo deportivo o desde la pertenencia del club”, explicó Barros, que destacó que “el club repudia totalmente el hecho” y que este tipo de ataques “pone en una mala situación a todo el rugby de Argentina”.

A nivel institucional, el club de rugby, publicó en tanto un comunicado en el que aseguraron que la institución “repudia y condena enérgicamente este hecho y cualquier manifestación de violencia” e indicaron que los jugadores serán citados “a los fines de informarnos pormenorizadamente de la situación” y adoptar “las medidas más rigurosas que estén a nuestro alcance”.

El episodio ocurre en la misma semana en la que la Selección de rugby de Argentina fue fuertemente cuestionada tras la no realización de un homenaje por la muerte de Diego Armando Maradona y la viralización de tuits viejos con mensajes xenófobos y discriminatorios de Guido Petti, Santiago Socino y el ex capitán de Los Pumas, Pablo Matera.

 

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