Una vez más queda demostrado que los organismos “fantasmas” creados por los gobiernos progresistas, destinados a proteger la niñez y la adolescencia, solo sirven para gastar dinero del estado.
Con el caso de la nena de 13 años abusada y embarazada en Saladillo, se demuestra que son particiones creadas por la política para pagar sueldos y justificar dinero para “curros”.
Fallaron todos los “supuestos” controles, en la escuela nadie se dio cuenta que estaba embarazada, en el hospital donde no detectaron su estado. La dirección de niñez y adolescencia de la Municipalidad local recibió varias denuncias. Fueron a la casa de la nena, hicieron la famosa inspección de la situación de la familia, pero no detectaron la situación de la nena, los abusos sexuales que sufría, mucho menos su estado de gravidez.
Fue la propia madre, cómplice del abuso de su hija quien le llevó al hospital porque su hija sufría un fuerte dolor abdominal, y es allí donde da a luz.
Una asistente social fue hasta la casa, porque los vecinos denunciaron que la madre prostituía a la nena. Según el relato de los vecinos, Daniela Reinaldo; la madre de la nena entregaba a su hija para que tenga relaciones sexuales con hombres por 100 mil pesos. Pero la asistente social, que cobra un sueldo del estado para detectar situaciones irregulares no detectó nada.
En total hubieron 35 intervenciones, pero nadie vio nada raro, todo era normal.
Entonces, la sociedad se pregunta ¿Para qué sirven las direcciones o secretarías de niñez y adolescencia, de la mujer etc.? Para nada. En Misiones y en tantas provincias hubo miles de casos de maltratos, abusos, explotación infantil, que los funcionarios de oficinas solo ven pasar por al lado.
Luego que pasan estas cosas, se pueden escuchar la clásica frase de los “funcionarios que no funcionan”; “estamos trabajando para resguardar al menor” ¿De qué sirve después pasaron las cosas? ¿No sería hora que la motosierra llegue a estos organismos, así como terminó con en INADI, el ministerio de la mujer y de género?