Un escalofriante mensaje. Un hombre, que afirma ser un viajero del tiempo que regresa de 2090, advirtió de que el próximo domingo 14 de agosto sucederá una catástrofe que costará muchas vidas.
Creer o reventar, en las redes se hicieron eco de este “aventurero” de otra dimensión y especulan por lo que pasará.
Se trataría del “peor huracán de la historia” de la humanidad, tal como señaló a través de sus redes sociales Kim Windell Nocos, en el grupo de Facebook Time travel, que agrupa a más de 45 mil usuarios. “Advertencia. Soy un viajero del tiempo y vengo de 2090. El 14 de agosto de 2022 el peor huracán de la historia azotará Carolina del Sur [Estados Unidos], de categoría 6. Tendrá una velocidad de viento de más de 250 mph (miles per hour) y causará miles de millones de daños y se perderán muchas vidas en todo el mundo”, relató. Y apuntó: “Pónganse a salvo”.
La velocidad de los vientos de este fenómeno en concreto superaría los niveles de la escala Saffir-Simpson, que clasifica los ciclones según su intensidad, en 5 categorías. La más alta dataría de entre 154 y 177 kilómetros por hora y se clasifica como “altamente destructiva”.
El cuestionamiento por los viajes en el tiempo y el temor por que suceda la peor catástrofe de la historia se manifestaron entre los usuarios de la red social. “Si lo que dice sucede realmente, será muy triste y muy traumático. Por otro lado, después de esto creeré en los viajeros del tiempo”, expresó uno.
En cambio, la Organización Meteorológica Mundial determina que para el próximo domingo, las temperaturas en las distintas ciudades de Carolina del Sur (Columbia, Charleston, Rock Hill, entre otras) rondarán entre los 30 y 33 grados y será una jornada muy soleada.
Así las cosas, la “predicción” despertó el debate sobre si los ciclones se pueden anticipar. Hay quien opta por creer y otros que no. Así, el mes pasado este grupo también predijo una catástrofe en Chile, pero esta vez se trataba de un pez. Con un largo de 6 metros, lo hallaron en las costas de la ciudad chilena de Arica. Según un mito japonés, el hecho de hallarlo significa que pronto sucederá un sismo o un ciclón.
(Fuente: LN)
