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Andrés Guacurarí Artigas: un «indio» excluído a propósito de la historia argentina

 

 

 

La historia de Andrés Guacurarí Artigas tiene muchos misterios, pero también fue ocultada y borrada intencionalmente por las crónicas oficiales, por los ideales y las luchas del Héroe de las Misiones y su padre adoptivo.

 

 

 

 

Para hablar de Andresito; Andres Guacurarí, primero hay que pasar por Artigas y en los comienzos de la Revolución de Mayo. O mejor dicho; la frustración de esta revolución, que comenzó siendo el sueño de todos y se convirtió en una realidad para pocos.

 

 

 

 

Allá por el año 1811, está prácticamente muerta y enterrada la tan ansiada revolución. Es allí dónde en la banda oriental, aparece José Gervasio Artigas, que propone una revolución popular, mucho mayor y más numeroso que el movimiento de la gesta de mayo.

 

 

 

 

Artigas viene de una de las familias pudientes de Montevideo. Pero habían sido desplazados por el gobierno porteño, cuando comienza a hablar de proteger a aquellos que menos tienen, una justicia revolucionaria, equidad, federalismo y república.

 

 

 

 

Estas ideas provocaron el descontento entre las familias ricas y pudientes, que aseguraban que los pensamientos de caudillos uruguayos, traerían cierta rebeldía entre los esclavos y peones, que eran dominados y explotados por estas castas, y no deberían tener derechos, protección y mucho menos tierras.

 

 

 

A pesar de su orígen, desde los 14 años vivió en la campiña, convivió con los charrúas. Inclusive su primer hijo; Manuel Artigas, es con una indígena charrúa. Mismo hijo que más tarde se llamó Manuel Artigas «el Cacique».

 

 

 

Como se produce el encuentro de Artigas con Andresito

 

 

 

A finales de 1811, principio del 1812, se produce el éxodo oriental. Fue en un momento en que Artigas pide ayuda al Triunvirato de Buenos Aires para su campaña, pero estos rechazaron la propuesta e hicieron un acuerdo con las autoridades realistas de Montevideo, dejando en manos españolas a toda la Banda Oriental.

 

 

 

José Gervasio Artigas y un grupo de familias, pasan el Río Uruguay y se instalan en la zona de la actual Concordia Entre Ríos, dónde son asistidos económica y militarmente por los guaraníes.

 

 

 

Hay varias versiones de la historia de cómo se produjo este encuentro. Algunos dicen que fue cuando Artigas es designado como Teniente de Gobernador de Yapeyú. Allí se ocuparía de organizar las tropas guaraníes y conoce a un indígena sobresaliente en todo; llamado Andresito.

 

 

Otra versión, la cual existen documentos que la avalan, cuentan que Andresito era aún muy jóven, tendría alrededor de 14 años, cuando huye de su pueblo natal con un grupo de peones y salteadores de campo y, van hacia Montevideo. Es allí donde se habría producido el encuentro entre Artigas y Guacurarí.

 

 

 

No hay documentación exacta de ese momento. Se sabe muy poco o casi nada de los comienzos del héroe guaraní. El lugar de su nacimiento es incierto, pudo haber sido en Sâo Borja o en Santo Tomé, un 30 de noviembre de 1778, el mismo año en el que nació el General José de San Martín.

 

 

 

Era huérfano de padre, fue criado por su madre y educado por un cura, en una parroquia de Santo Tomé, mientras su madre realizaba tareas domésticas. En la iglesia recibió educación primaria, aprendió latín, catequesis y a ejecutar el violín.   

 

 

 

Cuando Artigas conoce el l guaraní, se da cuenta de sus condiciones y lo adopta. Le da su apellido para que pueda integrar su regimiento de Blandengues. Desde entonces el Andresito comienza a firmar cómo; Andrés Guacurarí Artigas.

 

 

 

Con su nuevo padre adoptivo, se adentró en la segunda etapa de su educación; la formación militar.  Aprende estrategias y tácticas militares y a utilizar las armas de fuego.

 

 

 

Buenos Aires contra Misiones

 

 

De pronto Buenos Aires convierte al movimiento de mayo en un modelo cada vez más comercial y oligárquico. Hay dos bandos, por un lado los absolutistas españoles y por otro el mismo gobierno de Buenos Aires, quién le solicita al imperio de Portugal que envié a un ejército Invasor a la banda Oriental, para vencer a Artigas, quien queda atrapado entre tres fuegos; los españoles, los portugueses y ahora al gobierno de Buenos Aires.

 

 

 

Es tan grave el enfrentamiento político entre el Artigas y el gobierno porteño, que el 11 de febrero de 1814, el nuevo Director Supremo, su tocayo Gervasio Posadas, declaró a Artigas infame, privado de sus empleos, fuera de la ley y enemigo de la patria, y pone un precio de $ 6.000 por su cabeza, a quién lo entregué vivo o muerto.

 

 

 

Abandonado y a la vez perseguido por el Gobierno de Buenos Aires, en Entre Ríos; Artigas convoca a un congreso, el Congreso de Oriente de 1815, dónde se conforma la Liga de los Pueblos Libres, que fue integrada Santa Fe, Corrientes, Las Misiones, Entre Ríos y por un corto lapso también Córdoba. Todas estas provincias unidad a la banda oriental

 

 

 

En este congreso declaran la independencia de la región de todo gobierno extranjero y optan por una administración democrática, federal y republicana. Planifican el reparto de tierras y aprueban la bandera tricolor; blanca, azul y roja, pabellón idéntico al de la Provincia de Misiones en la actualidad.

 

 

 

También en esta parlamento, Artigas nombra comandante General de Las Misiones a Andrés Guacurarí. Andresito impone un claro sello artiguista a su gestión, e implementa la participación popular en los cabildos indígenas.  

 

 

Las batallas y aventuras de Andresito

 

 

Desde entonces el comandante de Las Misiones inicia un camino muy activo, entre la idea del federalismo de Artigas y su propuesta de recuperar varios pueblos misioneros que habían sido avasalladas por los portugueses.

 

 

 

En 1815; Recupera los pueblos de Corpus, San Ignacio, Loreto, Santa Ana y Paso de Itapúa. Restableció los cabildos guaraníes e hizo que los pueblos comenzaran a comercializar sus productos con otras provincias.   

 

 

 

En 1816 los portugueses invaden la banda oriental y vienen por los guaraníes de Las Misiones. Artigas ideó un plan, pretendía rodearlos y aislarlos. De esta forma cortarían cualquier tipo de comunicación o pedido de ayuda, que pudieran al caer en manos de los guaraníes.

 

 

 

En el mes de septiembre de ese año, Andrés reúne mil hombres en Santo Tomé y cruza el Río Uruguay por el Paso de Itaquí; hoy Alvear Corrientes. Otro grupo de guaraníes cruza el río por el Paso de la Cruz, dónde derrotaron a los portugueses que los esperaban.

 

 

 

El brigadier portugués Francisco José das Chagas Santos, envía a otro contingente de soldados a El Rincón de la Cruz, dónde también son derrotados por Andrés y sus hombres.

 

 

 

Pero detrás del ejército invasor derrotado, Chagas había mandado 600 hombre bien armados y descansados, que le cayeron por la retaguardia al escuadrón de Andresito, y éste tuvo que retroceder y escapar bordeando el Río Uruguay. Al mismo tiempo Artigas era derrotado en la banda oriental.   

 

 

 

Los portugueses se habían reorganizado y, unos 300 hombres cruzaron el río al mando del Brigadier Chagas. El objetivo era saquear, matar y destruír todos los pueblos guaraníes.

 

 

 

En enero de 1817, las fuerzas invasoras saquearon y destruyeron nueve pueblos: Mártires, San José, San Carlos, Santa María, Concepción, Apóstoles, Santo Tomé, La Cruz y Yapeyú.

 

 

 

 

 

 

Pero esta misión portuguesa fue avalada por el gobierno porteño, que pretendía parar con los idealismos libertarios de Artigas y sus aliados.

 

 

 

José Gervasio Artigas pudo ser el primer populista argentino. Que pretendía luchar contra la oligarquía porteña, repartir tierras a los indígenas y no dejar que los terratenientes tomen el control de todos los territorios, convirtiendo a los indios en esclavos o peones mal pagados.

 

 

 

Artigas planteaba repartir la tierra en parcelas en un sentido popular. Es decir que el que ocupaba esas tierras, sea indio gaucho o mestizo, podía quedarse con ella, en tanto sea producida. Esta propuesta no era aceptada por los porteños y terratenientes, que pretendían sacar a los indios y gauchos de las tierras y quedarse con ellas. No era del agrado de las familias aposentadas y de poder de la época, que indios y gauchos sean dueños de parcelas de tierras. 

 

 

 

Para ese entonces, Montevideo había caído, y los portugueses tenían como objetivo ocupar todo el litoral, hasta las orillas del Paraná.

 

 

 

A pesar de las derrotas Andrés no se rendía y volvía a la acción. Logró juntar 1000 hombres y recupero los pueblos derrotados por los portugueses.

 

 

 

La batalla de Apóstoles: Una de las mayores hazañas de Andresito

 

 

 

A finales de junio de 1817, un nuevo batallón de 800 hombres, comandados por Francisco José das Chagas Santos entra de nuevo a territorio de Las Misiones.

 

 

 

El junio de ese año, un poderoso ejército portugués compuesto por 800 hombres, comandados por el brigadier das Chagas Santos cruzó el río Uruguay y se dirigieron hacia Apóstoles. La mayoría de estos soldados son veteranos con gran experiencia. Habían combatido en las guerras napoleónicas de Europa.

 

 

 

Ante el avance del feroz ejercido de Chagas, los gauchos, habitantes de las chacras y estancias se refugiaron junto a sus familias en la guarnición de Apóstoles, uniéndose a los guaraníes.

 

 

 

Al amanecer del 2 de julio de 1817, el enemigo se presentó en formación de batalla a las afueras del pueblo, hacia el este, sobre la margen izquierda del arroyo Cuña Manó, dispuesto a iniciar el ataque. Los misioneros decidieron salir a enfrentarlos, enarbolando una bandera roja.

 

 

 

El enfrentamiento se produjo a media legua del pueblo. Los gauchos y guaraníes no lograron quebrar la línea de artillería de los portugueses y se replegaron hacia el pueblo, fortificándose en los patios de talleres, los ranchos y en el templo.

 

 

 

A media mañana los portuguéses, comenzaron el asedio del pueblo. Dice textualmente el parte de batalla redactado por el brigadier Das Chagas Santos:

 

 

El escuadrón de la izquierda rompió el fuego tomando los costados del cementerio y la huerta. El de la derecha ganó al galope el portón del segundo patio y por el centro atacó nuestra infantería, que luego tomó la bandera encarnada siendo muerto su portador y atacando a los gauchos, huyeron estos para la plaza y acosados por nuestra fusilería corrieron por el patio del colegio, cuyo portón cerraron guarneciéndose adentro con sus tiradores; así como por las ventanas de la iglesia de donde nos habían iniciado fuego. Al mismo tiempo, los milicianos de la derecha habían forzado el portón del segundo patio debajo del fuego de los gauchos, que precipitadamente corrieron para el primer patio, en que hubo mucho fuego de ambas partes.

 

Francisco das Chagas Santos

 

 

La batalla se desarrollaba bajó una torrencial lluvia, lo que tornaba más confusa la situación. Relatan las crónicas de la época, que a las tres de la tarde, llegó el comandante Andresito Guacurarí al frente de un cuerpo de caballería, compuesto por doscientos hombres.

 

 

 

 

 

Andresito venía desde el vecino pueblo de San José. Das Chagas intentó detenerlo y mandó al capitán de granaderos José María da Gama junto a 120 hombres para enfrentar Guacurarí a las afueras del pueblo y parar su avance. Pero los doscientos lanceros guaraníes de Andresito, arrollaron en su marcha a la columna portuguesa del capitán Da Gama y cayeron violentamente sobre los portugueses que atacaban al pueblo.

 

 

 

La batalla en medio de la lluvia y el barro se volvió terrible. Las cargas de los fusiles estallaron y los choques del acero de las lanzas, los facones y los sables se mezclaron con sapucais y gritos de dolor. Los lusobrasileños comenzaron a perder terreno, hasta que el mismo brigadier Das Chagas fue herido en el hombro derecho. Entonces comenzó la retirada de los invasores, y la implacable persecución de los gauchos y guaraníes misioneros se convirtió en un azote para los portugueses y brasileños, hasta que lograron repasar el río Uruguay.

 

 

 

La batalla de Sâo Borja

 

 

Un día muy lluvioso, Chagas atacó Sâo Borja. El ataque ya era casi un éxito, los guaraníes serian vencidos una por los portugueses. Pero otra nuevamente y como un fantasma de la se selva, apareció “Artiguinha” así lo llamaban los portugueses a Andrés Guacurarí, o “El demonio de la selva”; con un ejército de 200 hombres, y los hombres de Chagas no pudieron resistir el ataque del escuadrón de Andrés, tuvieron que escapar por las costas del Río Uruguay.

 

 

La recuperación de corrientes de la mano de Andrés Guacurarí Artigas  

 

 

En mayo de 1818 Francisco Bedoya se sublevó y depuso al Gobernador Méndez de Corrientes. Bedoya había hecho un trato con el directorio porteño al mando de Pueyrredón, acordaron pasar la provincia a mano de los unitarios, a cambio de armas y apoyo.   

 

 

 

Bedoya no creía que los guaraníes fueran un peligro, subestimaba su poder en batalla. Pero en agosto de ese año, despertó en un su campamento militar montado en Saladas, rodeado por un ejército de 1600 guaraníes al mando de Andrés Guacurarí, que presentó un batallón con una formación europea: Dos alas de caballería, artillería con cañones pesados y la infantería en el centro.

 

 

La batalla duró varias horas, finalmente los correntinos fueron derrotados por los guaraníes, que atacaban con lanzas y con cargas de artillería comandadas por el propio Andresito.

 

 

 

Tras la derrota Bedoya huyó a Buenos Aires, pero se llevó toda la recaudación del gobierno correntino y varios niños indios que vendió apenas llegó a la capital.

 

 

 

Con la victoria de los hombres de Andresito, el pánico se apoderó de los habitantes de Corrientes, que pensaban que los guaraníes entrarían al pueblo atacándolos y además tratarían de vengas la masacre de la Garzas.

 

 

 

Pero nada de esto ocurrió, Andrés entró a la ciudad el 21 de agosto luego del medio día. Lo hizo desarmado y solo. Atrás venía la caballería flameando las banderas artiguistas. Más atrás el ejército en una formación ordenada, con ellos estaba los niños indios que Bedoya había cazado para la servidumbre.

 

   

 

Inmediatamente armó un cabildo conciliador, dónde repartió tierras e impuso justicia igualitaria.  

 

 

Anécdotas de Andrés Guacurarí en Corrientes

 

 

A pesar de la pacífica actitud de Andresito y los guaraníes que lo acompañaban, las familias pudientes de Corrientes se resistían ser gobernadas y recibir órdenes de “un indio”

 

 

 

Cuentas algunos historiadores, que un día, Andresito hizo traer a varios niños, hijos de las familias ricas y poderosas a su campamento ubicado a las afueras de la ciudad, y los dejó con él por algunos días. Inmediatamente los padres fueron a reclamar por sus hijos. A lo que Andrés les devolvió a los niños y dejó una lección:

“Ahora ya saben, antes de tener como servidumbre a los niños indios, sepan, que las madres indias también tienen corazón”

 

 

 

Para lograr un acercamiento y terminar con las diferencias entre los indios y las familias patricias de la ciudad. Andrés les invitó a presenciar una obra de teatro representada por guaraníes. Pero los invitados no asistieron. Andresito consideró aquella actitud como una provocación, y ordenó a los hombres más distinguidos de la clase alta de la ciudad, a cortar el pasto de la plaza principal con sus propias manos, bajo el ardiente sol. Cuando las esposas de estos hombres vinieron a reclamar por lo que le había hecho a sus esposos, le ordenó que las mujeres vayan a bailar con sus soldados indios.    

 

 

 

Andresito pretendía una igualdad social, una moral cristiana. Pero algunos siguen considerando que esta actitud fue una actitud detestable y de vandalismo por parte del comandante guaraní

 

 

 

Su última cruzada

 

 

 

Luego de un año, vuelve a reunir al ejército y en el paso de Ibicuy en Entre Ríos, se junta con las fuerzas entrerrianas, con el plan de enfrentar a un ejército portugués.

 

 

     

En el mes de abril de 1819, Andrés cruza el Río Uruguay con unos mil hombres, se apoderan de los pueblos de Las Misiones orientales, dónde conforma un ejército de 2000 soldados. Al volver al paso de Ibicuy planeaba encontrase con Artigas, pero no pudo ser. Artigas había sido derrotado y nunca llegó a la zona.

 

 

 

 

Andresito y sus fuerzas están a merced de un poderoso ejército portugués, otra invasión avalada por el gobierno porteño. Al no poder reunirse con Artigas y sabiendo que no podría vencer al gran ejército de los portugueses, emprende la huída.

 

 

 

En plena retirada, ya en el paso de San Lucas, es sorprendido y tomado prisionero por los portugueses.

 

 

 

Un texto portugués de la época, relata cómo fue la captura del caudillo guaraní: Una simple casualidad que equivalía a una espléndida victoria, puso término a esta campaña. El valeroso Andrés Guacurarí, más conocido por “Andresito” o “Artiguinha”, fue aprisionado por un sargento y unos soldados. El apresamiento de este jefe, quién cuestionablemente gozaba del mayor prestigio entre los guaraníes, perfecto baqueano del territorio de Misiones de dónde era oriundo, dotado de gran bravura y constancia, fue un golpe profundo para Don José Artigas.

 

 

 

Andrés fue llevado encadenado a Porto alegre, y de allí fue embarcado directamente a Río de Janeiro, dónde estaba el corazón del imperio.

 

 

 

En Río no fue puesto con los otros presos militares de rango, fue enviado a la prisión de máxima seguridad situada en la Bahía de Guanabara.  

 

 

 

 

En esta  cárcel estuvo dos años, viviendo en las peores condiciones, sufriendo castigos constantes, pasando hambre y sed. La celda dónde estaba se inundaba constantemente por la marea.

 

 

 

Fue puesto en libertad presumiblemente en abril de 1821. Permanecía en Río de Janeiro a la espera de los papeles para volver a territorio de Misiones, mientras tanto deambulaba por Río de Janeiro. Una pelea por cuestiones desconocidas con soldados ingleses, lo llevó nuevamente a la cárcel por dos meses, después fue liberado, y desde entonces, nada más se supo del Héroe de la Misiones; Andrés Guacurarí Artigas

 

 

 

Algunos afirman que todo fue una trampa, en su salida de la Andresito habló o dejó entrever alguna idea de volver a Misiones, y es allí donde lo matan y lo hacen desaparecer. 

 

 

 

Por años, la historia de Andresito Guacurarí Artigas fue ocultada y borrada de los sucesos más renombrados de la República Argentina, al consideras a este «indio» un subversivo, un rebelde que no se debería nombrar como un defensor de la patria, muchos menos como un héroe.

 

 

 

 

En Misiones, en el año 2.012, existe una Ley que fue presentada por el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, mediante la misma fue declarado “Prócer Misionero” al Comandante General Andrés Guacurarí por sus valores patrióticos en defensa de la causa popular y federal misionera y su activa participación en la Revolución de Mayo de 1810.

 

 

 

Recopilación histórica realizada por Revista Enterate 

 

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