Un sereno fue asesinado a balazos en Bernardo de Irigoyen. La víctima ya había estado en la mira de otro ataque. Investigan si hay relación entre ambos hechos.
Un nuevo episodio de violencia sacude a la localidad misionera. La víctima trabajaba como sereno en una propiedad que ya había sido atacada semanas atrás.
Bernardo de Irigoyen volvió a ser escenario de un hecho estremecedor. En la noche del domingo, Jorge “Koki” Ferreyra, un hombre que trabajaba como sereno, fue asesinado a balazos en una vivienda del barrio Vista Alegre. El crimen, que ya está siendo investigado por la Policía, ocurrió cerca de las 22:50 y dejó una escena impactante: 26 vainas servidas y varios proyectiles calibre 9×19 mm esparcidos por el lugar.
Según los primeros datos, Mauro V., el dueño de la casa, fue quien alertó a las autoridades. Dijo haber escuchado el paso de una moto y, al instante, una ráfaga de disparos. Cuando salió a ver qué pasaba, se encontró con su empleado sin vida, tendido en el suelo frente al domicilio.
El cuerpo fue hallado con una herida de arma de fuego en la espalda y otra de salida en el pecho. La Policía Científica y el médico forense confirmaron el deceso en el lugar. También se encontraron impactos de bala en varias paredes, lo que da cuenta de la violencia del ataque.
Las primeras pistas apuntan a que dos personas en moto, posiblemente de color rojo, habrían sido las responsables. Las cámaras de seguridad de vecinos captaron imágenes que ya están siendo analizadas por los investigadores.
Este no es el primer incidente en ese lugar. El pasado 17 de julio, en la misma propiedad, se había encontrado una granada FM-K2 sin detonar. El artefacto estaba asegurado con alambre, lo que levantó sospechas sobre una posible amenaza o intento de intimidación.
