El dirigente opositor ruso Alexei Nalvany fue detenido en un aeropuerto de Moscú, al regresar a su país procedente de Alemania, donde pasó más de cuatro meses recuperándose de un cuadro severo de envenenamiento del que responsabilizó al gobierno del presidente Vladimir Putin, que rechazó la acusación.
Navalny, «quien enfrenta una sentencia condicional y desde el 29 de diciembre de 2020 era buscado por numerosas infracciones del período de prueba», fue «detenido» en el aeropuerto de Sheremétievo, en Moscú, informó el Servicio Penitenciario Federal (FSIN) de Rusia en un comunicado.
El dirigente, de 44 años, incumplió mientras estuvo en Alemania la obligación de presentarse al menos dos veces por semana ante la autoridad penitenciaria, impuesta en una condena de 2014, y ahora «continuará detenido hasta la decisión del tribunal».