En medio de la polémica que rodea a la Escuela de Enfermería de Aguilares, en Tucumán, salieron a la luz conversaciones que implican al profesor acusado de solicitar dinero y favores sexuales para mejorar las calificaciones de las estudiantes.

“Si quiere más plata que me suba. Cuando me suba la nota recién obtendrá más dinero, si ya cobró de mi parte. Siempre le pasé cuando quedamos». Una estudiante le comunicó a otra, que actuaba como intermediaria, y  le pasaba cuando quedaban en encontrarse.

La alumna reprochó durante la conversación, pidiendo al docente “que te diga cuánto es cuando impacten las notas, pero que no se zarpe tampoco porque vendo comida. Ya me tiene harta, espero que las suba”.

La estudiante conocida como «valijera» o «recaudadora» por su tarea de administrar el dinero del profesor, le envió un mensaje urgente pidiendo la nota: “X está desesperada por la nota. Falta que le subas. Dice que te invita el menú del día si le subís”.

La investigación se inició a raíz de una denuncia recibida por la Fiscalía Federal N°2, a cargo del fiscal Agustín Chits. En la denuncia se señala que los profesores de enfermería no solo solicitan favores sexuales, sino que también piden dinero a los alumnos para modificar sus calificaciones en exámenes parciales y finales, e incluso para aprobar sus tesis universitarias.

La investigación fue iniciada por la fiscalía, la cual comenzó a recabar testimonios de los estudiantes y profesores de la carrera. Hasta ahora, según fuentes judiciales, se han recopilado testimonios y se ha pedido documentación al departamento de asuntos legales de la Universidad Nacional de Tucumán. Además, se presentaron audios, capturas de pantalla y comprobantes de transferencias que evidenciarían las prácticas irregulares en la Escuela de Enfermería ubicada en el sur de Tucumán.

También hay algunos audios incluidos en la investigación, que detallan las acciones del profesor involucrado. “Vos sabés que está desatado R. Está pidiendo $40.000 por un examen. Cuando vos me habías dicho, no te había creído. Después que me contaste, me mandó un mensaje una ex compañera y me preguntó si R. había cambiado el número. Le pregunté por qué y me dijo que le escribió de otro número diciendo que para subirle la nota necesitaba $30.000″, dijo una estudiante.

En esa ocasión, específica que requiere esa cantidad de dinero para hacer frente al segundo pago del periodo de prácticas de enfermería. “¿No tiene miedo que lo denuncien?”, preguntó la otra joven. “Y, yo calculo que no, hace cuánto viene con esto… En cualquier momento va a explotar esa escuela”, respondió.

Durante una conversación anterior, la misma estudiante mencionó que durante una actividad práctica, otro profesor notó que nadie había preparado la lección. “El profesor le preguntó cómo se había sacado 9. Si nos llaman a un examen de ingreso a los hospitales, estamos todos perdidos”.